sábado, 27 de noviembre de 2010

EL RESCATE ECONÓMICO Y LOS LÍDERES POLÍTICOS


España está muy cerca del rescate económico por parte de la Unión Europea. Lo sabe el gobierno. Lo sabe el PP. Lo saben los bancos, las entidades financieras, el banco de España, el Fondo Monetario Internacional y cualquier mentidero económico universal. Lo saben los empresarios y lo sospechan muchos trabajadores. Si el revoloteo de mosquitos y el tintineo acompasado de cencerros en el prado auguran tormenta, aún es más apreciable el hedor de un cadáver económico.
Son muchos los pasos que en estas últimas semanas está dando el gobierno de España. Todos apuntan hacia un intento desesperado por asirse al salvavidas que le acerque a la orilla. Algo se está fraguando en la cocina del Estado y el humo lo delata. El numeroso grupo de asesores, las Organizaciones como la CEOE y los sindicatos que tanto nos cuestan, se muestran inútiles en este empeño.
El hecho de que el PP haya dicho en voz alta lo que todo el mundo financiero sabe, no provoca la caída de la Bolsa ni la desconfianza de los mercados internacionales. Es al revés. Estos son los que primero han dado la voz de alarma. Los partidos políticos reaccionan tarde y nunca han sido buenos consejeros en materia de dinero porque este solo tiene un color. El PP no ha descubierto nada nuevo ni, afortunadamente, depende de él el vaivén del juego económico.
Para asegurarse una estabilidad parlamentaria, el PSOE se ha servido de los votos del PNV y de Coalición Canaria en los presupuestos de 2011. Son acompañantes mercenarios en un viaje por el desierto. Cada uno ha asegurado su propio provecho lavando sus vergüenzas bajo el paraguas-pretexto del bien común nacional. Lo que es evidente es que, en las actuales circunstancias, el PP también hubiera presentado unos presupuestos similares o, quizás, más restrictivos si estuviera en la coyuntura de gobernar. No las acepta porque es el ritual de toda oposición. Hasta ahora no ha propuesto otras medidas milagrosas creíbles. Al PSOE no le está resultando nada fácil encontrar cirineos que soporten su cruz. Cuando venga el hundimiento, todos quieren estar lejos del capitán y este, que durante la travesía empuñó el timón con sorda arrogancia, lanza ahora una llamada desesperada e inútil a la corresponsabilidad nacional. Intentos baldíos cuando unos se resisten aferrados a la silla que apenas les sostiene y otros sueñan con el naufragio para subirse a sus despojos.
Es evidente que los políticos de hoy, todos, los que están y los que podrían estar, ya no tienen más conejos en la chistera. Nos entretienen a los espectadores con alucinantes cuentos hasta que sea la hora de acabar la función. Pero esta función es sesión continua y nunca termina. De momento, no se ve en el arco político más cercano e inmediato a ningún otro ilusionista capaz de despertar el interés y la confianza de la audiencia. Los mercados internacionales también lo saben y se van en busca de otros magos en otros parajes que les entretengan más.
En esas estamos. Somos un pueblo abnegado y expectante con carencia de líderes. Llegarán, pero, de momento, no se les ve venir, aunque sí se les espera.
Joaquín Moreno Cejuela

1 comentario:

  1. Excelente análisis de la realidad económica en la que se encuentra inmerso nuestro país, y de la falta de liderazgo que padecemos.
    Un saludo

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