Hoy el Congreso de los Diputados aprobará las recomendaciones del Pacto de Toledo y el viernes día 28 el Consejo de Ministros aprobará el Proyecto de Reforma de las Pensiones. A punto de conocer los ejes de la reforma se siguen filtrando noticias en los medios de comunicación: período mínimo de cotización, endurecimiento de las prejubilaciones, jubilación anticipada para autónomos, medidas sobre la jubilación parcial y un largo etcétera, quisiera hacer las siguientes puntualizaciones, complementarias a lo manifestado en este blog en el documento de 6 de enero “El Pacto de Toledo y las pensiones”.
En 2010, las cuentas de la Seguridad Social han disminuido un 72 por 100 respecto a 2009, lo que arroja un superávit de 2.382,97 millones de euros (el 0,2 % del PIB), según ha manifestado el Secretario de Estado de la Seguridad Social el pasado 19 de enero. Pero este superávit – que ha descendido desde 2008 en 12.045,24 euros – no deja de ser ficticio, de no haber sido por el Fondo de Reserva las cuentas de la Seguridad Social hubieran sido deficitarias. Y es que el recorte de ingresos por cotizaciones, debido a la pérdida de empleo y al aumento de los gastos por desempleo es alarmante.
Mientras tanto, nadie acuerda nada, nadie rompe nada y todos critican a todos. El Gobierno porque se avecina el momento electoral y los Sindicatos ahítos de cargos, de subvenciones y de liberados, en muchos casos ociosos, preocupados de mantener su empleo y sus privilegios, porque no quieren volver a quemar las pocas naves que les quedan en otra huelga sin futuro.
El camino pasa por aprobar sin más demora el nuevo reglamento de la negociación colectiva, renovar el sistema productivo, mediante el refuerzo de las políticas activas de empleo, y facilitar la adaptación a las condiciones de trabajo mediante la negociación colectiva.
Francisco Vírseda García
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