jueves, 27 de enero de 2011

LOS PROYECTOS SECESIONISTAS Y DE AUTODETERMINACIÓN ATACAN EN CATALUÑA LO QUE ES COMÚN A TODOS



Después de que el Tribunal Constitucional dejara claro que el catalán no puede ser considerado como lengua preeminente en deterioro del castellano, la inmersión lingüística de Cataluña sufre un nuevo varapalo del Tribunal Supremo.

Pero el nuevo Presidente de la Generalitat, junto a la absurda y peligrosa propuesta de “transición nacional”, desafía a la jurisprudencia, desacatando la reciente sentencia del Supremo, que exige la libertad de estudiar en castellano en Cataluña, declarando ilegal la consideración del catalán como única lengua vehicular de la enseñanza. El señor Mas y CIU hacen oídos sordos al apercibimiento del TS y dicen que “no van a cambiar ni una coma” de la normativa escolar en una clara desobediencia a la Constitución que establece que “es obligatorio cumplir los fallos y las demás resoluciones firmes de los Jueces y Tribunales”.

En el más puro estilo del nacionalismo radical que conduce a la insensatez e ineptitud, hace ahora un llamamiento al “rearme” frente al intento de laminación y de disminución del autogobierno de Cataluña, tratando de blindar las leyes catalanas ante resoluciones judiciales que reconocen el derecho de los padres a escolarizar a sus hijos en castellano. Está claro que este sujeto y su partido solo quieren representar a los catalanes nacionalistas pensando (aunque lo intenten ocultar) en el separatismo e independentismo de Cataluña. Entendiendo como independentismo aquella "doctrina" que los nacionalistas esgrimen como arma arrojadiza y que, por ahora, les reporta abundantes beneficios cuando acobardan al gobierno de la nación, sea del color que sea. La independencia es otra cosa más seria y los nacionalistas no la quieren ni nombrar, porque con ella se les acabarían las prevendas que ahora obtienen generosamente desde su postura victimista y chantagista con el resto de ciudadanos.

Detrás de la economía está la educación, un terreno en el que los españoles (también los catalanes) suspendemos. Más les valiera a estos políticos invertir más y mejor en educación y en formación, como factor fundamental en la recuperación económica, con el rigor y el esfuerzo necesarios, sin olvidar (por mucho que les pese) que es obligación del Estado garantizar la libertad y la igualdad de trato, la diversidad de lenguas y la pluralidad de la cultura española.
Francisco Vírseda García

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